class="contentpane"> Algas: la nueva apuesta de Chile para biodiésel
Lunes, 15 de Junio de 2009 12:35
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Innova-Corfo prepara concurso para formar consorcios que lo produzcan. Con miles de kilómetros de litoral, Chile tiene una situación privilegiada para transformar algas en petróleo verde. La Nación, 15 de junio 2009.
Por eso la próxima semana -y tal como se hizo en 2008 con los residuos forestales- el gobierno abrirá un concurso para formar equipos que produzcan este biodiésel. La idea es que él o los proyectos ganadores comiencen a operar en enero de 2010.


Una de las hipótesis de la creación del planeta sindica a las algas como responsables de formar la actual atmósfera. Hace millones de años dichas plantas acuáticas habrían evolucionado y, a través del proceso de fotosíntesis, tragaron el CO, expulsando oxígeno.
Hoy, su poder purificador y su alta oleaginosidad son precisamente lo que los investigadores vieron en ellas para considerarlas perfectas para la producción de biocombustibles.
En el mundo llevan años desarrollando la tecnología para lograrlo y en Chile varios equipos científicos también se han sumado a esta tarea, centrados en aumentar el rendimiento para explotarlas.
Ventajas hay de sobra. Con más de dos mil kilómetros de costa y los privilegiados cielos del norte, nuestro país podría convertirlas en el próximo petróleo verde.
"Chile no tiene ventajas comparativas en cultivos oleaginosos (palma, soya, raps), por lo que el objetivo de estos consorcios es ponernos a la altura de los países que están en la punta de la investigación de materias primas de segunda generación. A nivel de algas, la eficiencia puede ser mucho más alta que las oleaginosas y cultivos que hoy son destinados masivamente y Chile tiene una situación excepcional no sólo a nivel de macroalgas, por los 2.500 kilómetros de litoral, sino también en microalgas por la luminosidad y capacidad de fotosíntesis en el norte", asegura Claudio Maggi, director de Innova Chile.
La institución, dependiente de Corfo, se encargará de financiar el o los consorcios que se dedicarán a la producción de biocombustibles a base de algas.
En un esfuerzo similar al realizado el año pasado para formar los primeros grupos tecnológico-empresariales para la producción de biodiésel con material lignocelulósico (residuo forestal), en pocas semanas se abrirá el concurso para formar equipos multidisciplinarios enfocados a la producción con las plantas acuáticas.
A mediados de junio se espera que la Contraloría entregue la toma de razón y confirme, con ello, las bases de la licitación que debería abrirse antes de fin de mes. Con todo, se espera que en enero de 2010 el o los proyectos ganadores comiencen a operar.
Según indica Maggi, se entregarán hasta seis millones de dólares en financiamiento estatal, que no debe superar el 70% de la inversión total del consorcio.
Las iniciativas presentadas a la convocatoria deberán contemplar soluciones tecnológicas para la industria productora de biocombustibles, de manera de obtener las cepas de micro o macroalgas con mejores productividades para ser cultivadas en Chile, el proceso de producción del biocombustible, investigación y desarrollo tecnológico en captura, transporte y almacenamiento de CO y la gestión integrada de residuos de algas para optimizar el proceso de obtención de energía, incluido biogás y otros productos no energéticos.
"La idea es crear tanto un modelo energético sostenible como fortalecer las capacidades y competencias científicas y tecnológicas nacionales a través de la articulación de consorcios biotecnológicos que integran especialistas del ambiente universitario y empresarial, público y privado", dice Maggi.

INVESTIGACIÓN LOCAL
El potencial de las algas como productoras de biocombustibles es una idea que ha rondado a los científicos nacionales desde principios del nuevo milenio.
Diversos grupos de investigación, en al menos cuatro universidades, están orientados al mejoramiento de la producción de micro y macro algas. Algunas ya consiguieron sus primeros resultados y se preparan para participar del concurso estatal.
"En Chile existe la tecnología y condiciones geográficas privilegiadas para realizar cultivos masivos de microalgas a gran escala, de hecho, en el norte existen empresas que los realizan con bastante éxito, pero no para la producción de biodiésel", afirma la bioquímica Patricia Gómez, directora del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción.
La investigadora lidera uno de los grupos que estudian algas en dicha institución. El año pasado ganaron un Fondef que les financiará el estudio sobre el potencial de diferentes microalgas como materia prima para la producción de biodiésel.
Para ello están aislando y seleccionando cepas, haciendo mejoramiento genético y optimizando condiciones de cultivo para maximizar su acumulación de aceite.
Gómez señala que aún no han seleccionado las especies, pero probablemente se decidirán por cepas pertenecientes al grupo de las diatomeas (microalgas con pared de sílice) o al de las algas verdes (relacionadas evolutivamente con las plantas terrestres), según estudios internacionales, las más eficientes.
En el norte, Mariella Rivas, bióloga marina e investigadora del Centro de Investigación Científica y Tecnológica para la Minería (Cicitem), de la Universidad de Antofagasta, dirige el equipo que trabaja con la Botryococcus braunii, una especie que crece en las lagunas de agua dulce del altiplano, y que destaca por su alto contenido de hidrocarburos naturales.
También ganaron un Fondef y por tres años trabajarán junto a las empresas Panades Ltda. (que también trabaja con la Udec), Westfalia Separator Chile S.A. y Algas Prodalmar Ltda. La idea del proyecto es manejar las condiciones de cultivo de la especie (temperatura, Ph) para a la larga lograr el máximo crecimiento y en el menor tiempo.

Tecnología sustentable
 “Hoy existe consenso en el hecho de que producir biodiésel de microalgas es más caro que producir petrodiésel, sin embargo, se trata de un combustible renovable, de un cultivo que además no compite con los recursos destinados a la agricultura, por lo que comparativamente presenta enormes ventajas que no son necesariamente económicas, sino sociales”, asegura Gómez.
Pocas tecnologías presentan tantas ventajas como la producción de biodiésel a base de algas. La razón: las plantas acuáticas requieren de anhídrido carbónico (CO²) para realizar el proceso de fotosíntesis y crecer. Con ello, puede convertirse en una buena opción para industrias más contaminantes, pues mientras produce energía limpia y renovable, puede literalmente tragarse la contaminación causada por industrias, como la termoeléctrica, por ejemplo.
“Se trata de una fuente de producción de energía continua, inagotable y no contaminante porque no moviliza carbono fósil, sino que utiliza el exceso de carbono y por ende contribuye de esta forma a paliar el efecto invernadero”, asegura José Tomás Cuadra, director de Biocombustibles.cl, web que promueve la elaboración y uso de biocombustibles en el país.
Universidades que desarrollan proyectos: Tarapacá, Antofagasta, Arturo Prat, Concepción.

Fuente

Algas: la nueva apuesta de Chile para biodiésel

Lunes, 15 de Junio de 2009 12:35
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Innova-Corfo prepara concurso para formar consorcios que lo produzcan. Con miles de kilómetros de litoral, Chile tiene una situación privilegiada para transformar algas en petróleo verde. La Nación, 15 de junio 2009.
Por eso la próxima semana -y tal como se hizo en 2008 con los residuos forestales- el gobierno abrirá un concurso para formar equipos que produzcan este biodiésel. La idea es que él o los proyectos ganadores comiencen a operar en enero de 2010.


Una de las hipótesis de la creación del planeta sindica a las algas como responsables de formar la actual atmósfera. Hace millones de años dichas plantas acuáticas habrían evolucionado y, a través del proceso de fotosíntesis, tragaron el CO, expulsando oxígeno.
Hoy, su poder purificador y su alta oleaginosidad son precisamente lo que los investigadores vieron en ellas para considerarlas perfectas para la producción de biocombustibles.
En el mundo llevan años desarrollando la tecnología para lograrlo y en Chile varios equipos científicos también se han sumado a esta tarea, centrados en aumentar el rendimiento para explotarlas.
Ventajas hay de sobra. Con más de dos mil kilómetros de costa y los privilegiados cielos del norte, nuestro país podría convertirlas en el próximo petróleo verde.
"Chile no tiene ventajas comparativas en cultivos oleaginosos (palma, soya, raps), por lo que el objetivo de estos consorcios es ponernos a la altura de los países que están en la punta de la investigación de materias primas de segunda generación. A nivel de algas, la eficiencia puede ser mucho más alta que las oleaginosas y cultivos que hoy son destinados masivamente y Chile tiene una situación excepcional no sólo a nivel de macroalgas, por los 2.500 kilómetros de litoral, sino también en microalgas por la luminosidad y capacidad de fotosíntesis en el norte", asegura Claudio Maggi, director de Innova Chile.
La institución, dependiente de Corfo, se encargará de financiar el o los consorcios que se dedicarán a la producción de biocombustibles a base de algas.
En un esfuerzo similar al realizado el año pasado para formar los primeros grupos tecnológico-empresariales para la producción de biodiésel con material lignocelulósico (residuo forestal), en pocas semanas se abrirá el concurso para formar equipos multidisciplinarios enfocados a la producción con las plantas acuáticas.
A mediados de junio se espera que la Contraloría entregue la toma de razón y confirme, con ello, las bases de la licitación que debería abrirse antes de fin de mes. Con todo, se espera que en enero de 2010 el o los proyectos ganadores comiencen a operar.
Según indica Maggi, se entregarán hasta seis millones de dólares en financiamiento estatal, que no debe superar el 70% de la inversión total del consorcio.
Las iniciativas presentadas a la convocatoria deberán contemplar soluciones tecnológicas para la industria productora de biocombustibles, de manera de obtener las cepas de micro o macroalgas con mejores productividades para ser cultivadas en Chile, el proceso de producción del biocombustible, investigación y desarrollo tecnológico en captura, transporte y almacenamiento de CO y la gestión integrada de residuos de algas para optimizar el proceso de obtención de energía, incluido biogás y otros productos no energéticos.
"La idea es crear tanto un modelo energético sostenible como fortalecer las capacidades y competencias científicas y tecnológicas nacionales a través de la articulación de consorcios biotecnológicos que integran especialistas del ambiente universitario y empresarial, público y privado", dice Maggi.

INVESTIGACIÓN LOCAL
El potencial de las algas como productoras de biocombustibles es una idea que ha rondado a los científicos nacionales desde principios del nuevo milenio.
Diversos grupos de investigación, en al menos cuatro universidades, están orientados al mejoramiento de la producción de micro y macro algas. Algunas ya consiguieron sus primeros resultados y se preparan para participar del concurso estatal.
"En Chile existe la tecnología y condiciones geográficas privilegiadas para realizar cultivos masivos de microalgas a gran escala, de hecho, en el norte existen empresas que los realizan con bastante éxito, pero no para la producción de biodiésel", afirma la bioquímica Patricia Gómez, directora del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción.
La investigadora lidera uno de los grupos que estudian algas en dicha institución. El año pasado ganaron un Fondef que les financiará el estudio sobre el potencial de diferentes microalgas como materia prima para la producción de biodiésel.
Para ello están aislando y seleccionando cepas, haciendo mejoramiento genético y optimizando condiciones de cultivo para maximizar su acumulación de aceite.
Gómez señala que aún no han seleccionado las especies, pero probablemente se decidirán por cepas pertenecientes al grupo de las diatomeas (microalgas con pared de sílice) o al de las algas verdes (relacionadas evolutivamente con las plantas terrestres), según estudios internacionales, las más eficientes.
En el norte, Mariella Rivas, bióloga marina e investigadora del Centro de Investigación Científica y Tecnológica para la Minería (Cicitem), de la Universidad de Antofagasta, dirige el equipo que trabaja con la Botryococcus braunii, una especie que crece en las lagunas de agua dulce del altiplano, y que destaca por su alto contenido de hidrocarburos naturales.
También ganaron un Fondef y por tres años trabajarán junto a las empresas Panades Ltda. (que también trabaja con la Udec), Westfalia Separator Chile S.A. y Algas Prodalmar Ltda. La idea del proyecto es manejar las condiciones de cultivo de la especie (temperatura, Ph) para a la larga lograr el máximo crecimiento y en el menor tiempo.

Tecnología sustentable
 “Hoy existe consenso en el hecho de que producir biodiésel de microalgas es más caro que producir petrodiésel, sin embargo, se trata de un combustible renovable, de un cultivo que además no compite con los recursos destinados a la agricultura, por lo que comparativamente presenta enormes ventajas que no son necesariamente económicas, sino sociales”, asegura Gómez.
Pocas tecnologías presentan tantas ventajas como la producción de biodiésel a base de algas. La razón: las plantas acuáticas requieren de anhídrido carbónico (CO²) para realizar el proceso de fotosíntesis y crecer. Con ello, puede convertirse en una buena opción para industrias más contaminantes, pues mientras produce energía limpia y renovable, puede literalmente tragarse la contaminación causada por industrias, como la termoeléctrica, por ejemplo.
“Se trata de una fuente de producción de energía continua, inagotable y no contaminante porque no moviliza carbono fósil, sino que utiliza el exceso de carbono y por ende contribuye de esta forma a paliar el efecto invernadero”, asegura José Tomás Cuadra, director de Biocombustibles.cl, web que promueve la elaboración y uso de biocombustibles en el país.
Universidades que desarrollan proyectos: Tarapacá, Antofagasta, Arturo Prat, Concepción.

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