class="contentpane"> Jalisco: Internet de banda ancha y sociedad del conocimiento
Miércoles, 17 de Abril de 2013 13:32
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14 abril, 2013 | Categoría: Artículos, Opinión | Escrito por: Edición Impresa

• A decir de Aristóteles, esta iniciativa permitirá que el Internet se reconozca como derecho humano, con ejercicio libre

Juan Manuel Velázquez Ramírez.- El pasado 10 de abril, el gobernador Aristóteles Sandoval dio a conocer el sentido que asumirá la Iniciativa de Acceso Económico del Conocimiento. Desde su punto de vista, esta iniciativa permitirá a los jaliscienses acceder a la sociedad de la información y del conocimiento. Dijo que con esta iniciativa su gobierno busca reducir “la brecha digital” existente entre esta entidad y otras de México.

 

Además, propuso dar los pasos necesarios para que, a través de un Internet de banda ancha disponible, accesible y costeable, todos los rincones de la entidad tengan su propia “ventana al mundo”. Esto, para que los jaliscienses puedan crear, utilizar y compartir la información; para lograr una alfabetización digital, comunicarse a distancia y educarse en línea; para tener mejores servicios públicos y contactos con las autoridades; para promover la cultura, los productos de las comunidades y reafirmar su identidad; para informarse de las cuestiones que les afectan; y para organizarse mejor y “salir adelante”. A su decir, esta iniciativa permitirá que el acceso a Internet se reconozca como derecho humano, con ejercicio libre. Esta iniciativa merece algunos comentarios.

Primero. Una sociedad del conocimiento es aquella que tiene como fundamento redes y nodos desde donde se desarrollan flujos de información y posibilitan interfaces entre diferentes redes. De ahí que las personas en una sociedad del conocimiento se valoran a partir de la competencia para convertir la información en dato y éste en conocimiento. Así, para construir un Jalisco como modalidad de sociedad del conocimiento no es suficiente con que los individuos tengan acceso a Internet de banda ancha. A esto se debe agregar el que cumplan el requisito fundamental que es el de apropiarse de conocimientos, para producir nuevos conocimientos. Esto quiere decir que se comporten como nodos fundamentales en la producción, flujo, asimilación y configuración de información a partir de códigos y protocolos establecidos. Esta actividad deberá adquirir relevancia en el terreno local, nacional e internacional.

Segundo. El acceso a un servicio de Internet es un derecho ciudadano que los diferentes gobiernos deben garantizar a la población. Para esto es necesaria la implementación de una política pública que posibilite a todos los habitantes de esta entidad acceder a un servicio de Internet gratuito, de calidad y amplia cobertura. Esta política debe formar parte de un proyecto global que integre un conjunto de políticas públicas que tienda a superar no sólo la brecha digital que existe entre la población que tiene acceso y aquella que no lo tiene, sino que además posibiliten una superación de las brechas de desigualdad económica, política, social, cultural y tecnológica entre clases sociales, grupos, zonas y regiones de la entidad. Estas brechas anteceden y predeterminan los accesos y usos que los internautas hagan de los servicios de la red.

Los datos del Consejo Estatal de Población señalan que al inicio de 2013, Jalisco sumaba siete millones 666 mil habitantes. Adicionalmente, de acuerdo al reporte de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), Jalisco cuenta con tres millones de internautas. Esto lo sitúa como la tercera entidad federativa con mayor número de navegantes virtuales en el país. Sin embargo, al mismo tiempo encontramos que sólo uno de cada tres hogares jaliscienses tiene acceso a Internet y que tres de cada 10 cuentan con computadora, de las cuales 76% posee conexión a Internet.

Detrás de estas cifras se expresa un fenómeno de desigualdad en la conexión digital, que caracteriza al proceso de inmersión de las diferentes regiones y zonas. La misma desigualdad que se manifiesta en Jalisco se reproduce a nivel nacional. En el Distrito Federal, Baja California, Baja California Sur y Sonora, cuatro de cada diez hogares cuenta con computadora. En contraste, en entidades caracterizadas por su mayor pobreza, como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, solamente uno de cada diez hogares tiene acceso a Internet. Se destaca que el Distrito Federal es el lugar donde se presenta la mayor conexión de Internet (53.6%). En tanto que la menor penetración se hace evidente en el sureste del país con 8.6 millones de usuarios (42%). A esto se puede agregar que, por ejemplo, de acuerdo a los resultados de la Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de Información de 2012, en México usaban computadora 42.4 millones de personas y 37.6 millones usaban Internet. Sin embargo, a pesar de estas cifras, la penetración de Internet en este país está por debajo del 32.7% que es el promedio mundial, y asimismo debajo de la media calculada para América Latina, que es de 39.9%.

Tercero. La infraestructura tecnológica no tiene sentido si se visualiza como un fin en sí mismo. Sólo se puede entender en toda su magnitud, si se le considera como un medio para conseguir fines más trascendentes a nivel de la convivencia horizontal, dialogal, empática y democrática. Interesa no solamente la conexión a los dispositivos. También es necesario preocuparse por las apropiaciones, los procesos cognitivos y las implicaciones sociales e individuales que los internautas realicen a partir de su navegación por Internet. Además, no hay una sola forma de ser internauta: se establecen diferencias a partir de cuestiones básicas como quién se conecta y a través de qué lo hace; desde dónde accede a Internet, para qué y cuánto tiempo lo usa; y qué repercusiones emanan de ese uso a partir de la clase social, la edad, el género, el nivel educativo, la ocupación y el lugar de residencia.

A partir de lo señalado, podemos decir que cualquier iniciativa de reforma para la conexión de los ciudadanos a los sistemas de información debe acompañarse de una tarea educativa de alfabetización virtual que les permita no sólo acceder a la información, sino comprenderla, interpretarla y aplicarla en forma de conocimientos útiles para el fortalecimiento colectivo de la vida pública/ciudadana en nuestra entidad.

Fuente: La Jornada Jalisco

Jalisco: Internet de banda ancha y sociedad del conocimiento

Miércoles, 17 de Abril de 2013 13:32
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14 abril, 2013 | Categoría: Artículos, Opinión | Escrito por: Edición Impresa

• A decir de Aristóteles, esta iniciativa permitirá que el Internet se reconozca como derecho humano, con ejercicio libre

Juan Manuel Velázquez Ramírez.- El pasado 10 de abril, el gobernador Aristóteles Sandoval dio a conocer el sentido que asumirá la Iniciativa de Acceso Económico del Conocimiento. Desde su punto de vista, esta iniciativa permitirá a los jaliscienses acceder a la sociedad de la información y del conocimiento. Dijo que con esta iniciativa su gobierno busca reducir “la brecha digital” existente entre esta entidad y otras de México.

 

Además, propuso dar los pasos necesarios para que, a través de un Internet de banda ancha disponible, accesible y costeable, todos los rincones de la entidad tengan su propia “ventana al mundo”. Esto, para que los jaliscienses puedan crear, utilizar y compartir la información; para lograr una alfabetización digital, comunicarse a distancia y educarse en línea; para tener mejores servicios públicos y contactos con las autoridades; para promover la cultura, los productos de las comunidades y reafirmar su identidad; para informarse de las cuestiones que les afectan; y para organizarse mejor y “salir adelante”. A su decir, esta iniciativa permitirá que el acceso a Internet se reconozca como derecho humano, con ejercicio libre. Esta iniciativa merece algunos comentarios.

Primero. Una sociedad del conocimiento es aquella que tiene como fundamento redes y nodos desde donde se desarrollan flujos de información y posibilitan interfaces entre diferentes redes. De ahí que las personas en una sociedad del conocimiento se valoran a partir de la competencia para convertir la información en dato y éste en conocimiento. Así, para construir un Jalisco como modalidad de sociedad del conocimiento no es suficiente con que los individuos tengan acceso a Internet de banda ancha. A esto se debe agregar el que cumplan el requisito fundamental que es el de apropiarse de conocimientos, para producir nuevos conocimientos. Esto quiere decir que se comporten como nodos fundamentales en la producción, flujo, asimilación y configuración de información a partir de códigos y protocolos establecidos. Esta actividad deberá adquirir relevancia en el terreno local, nacional e internacional.

Segundo. El acceso a un servicio de Internet es un derecho ciudadano que los diferentes gobiernos deben garantizar a la población. Para esto es necesaria la implementación de una política pública que posibilite a todos los habitantes de esta entidad acceder a un servicio de Internet gratuito, de calidad y amplia cobertura. Esta política debe formar parte de un proyecto global que integre un conjunto de políticas públicas que tienda a superar no sólo la brecha digital que existe entre la población que tiene acceso y aquella que no lo tiene, sino que además posibiliten una superación de las brechas de desigualdad económica, política, social, cultural y tecnológica entre clases sociales, grupos, zonas y regiones de la entidad. Estas brechas anteceden y predeterminan los accesos y usos que los internautas hagan de los servicios de la red.

Los datos del Consejo Estatal de Población señalan que al inicio de 2013, Jalisco sumaba siete millones 666 mil habitantes. Adicionalmente, de acuerdo al reporte de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), Jalisco cuenta con tres millones de internautas. Esto lo sitúa como la tercera entidad federativa con mayor número de navegantes virtuales en el país. Sin embargo, al mismo tiempo encontramos que sólo uno de cada tres hogares jaliscienses tiene acceso a Internet y que tres de cada 10 cuentan con computadora, de las cuales 76% posee conexión a Internet.

Detrás de estas cifras se expresa un fenómeno de desigualdad en la conexión digital, que caracteriza al proceso de inmersión de las diferentes regiones y zonas. La misma desigualdad que se manifiesta en Jalisco se reproduce a nivel nacional. En el Distrito Federal, Baja California, Baja California Sur y Sonora, cuatro de cada diez hogares cuenta con computadora. En contraste, en entidades caracterizadas por su mayor pobreza, como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, solamente uno de cada diez hogares tiene acceso a Internet. Se destaca que el Distrito Federal es el lugar donde se presenta la mayor conexión de Internet (53.6%). En tanto que la menor penetración se hace evidente en el sureste del país con 8.6 millones de usuarios (42%). A esto se puede agregar que, por ejemplo, de acuerdo a los resultados de la Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de Información de 2012, en México usaban computadora 42.4 millones de personas y 37.6 millones usaban Internet. Sin embargo, a pesar de estas cifras, la penetración de Internet en este país está por debajo del 32.7% que es el promedio mundial, y asimismo debajo de la media calculada para América Latina, que es de 39.9%.

Tercero. La infraestructura tecnológica no tiene sentido si se visualiza como un fin en sí mismo. Sólo se puede entender en toda su magnitud, si se le considera como un medio para conseguir fines más trascendentes a nivel de la convivencia horizontal, dialogal, empática y democrática. Interesa no solamente la conexión a los dispositivos. También es necesario preocuparse por las apropiaciones, los procesos cognitivos y las implicaciones sociales e individuales que los internautas realicen a partir de su navegación por Internet. Además, no hay una sola forma de ser internauta: se establecen diferencias a partir de cuestiones básicas como quién se conecta y a través de qué lo hace; desde dónde accede a Internet, para qué y cuánto tiempo lo usa; y qué repercusiones emanan de ese uso a partir de la clase social, la edad, el género, el nivel educativo, la ocupación y el lugar de residencia.

A partir de lo señalado, podemos decir que cualquier iniciativa de reforma para la conexión de los ciudadanos a los sistemas de información debe acompañarse de una tarea educativa de alfabetización virtual que les permita no sólo acceder a la información, sino comprenderla, interpretarla y aplicarla en forma de conocimientos útiles para el fortalecimiento colectivo de la vida pública/ciudadana en nuestra entidad.

Fuente: La Jornada Jalisco