Las aguas ácidas afectan a los arrefices de coral, que padecen blanqueamiento por estrés, derivado del aumento de la temperatura o de la acidez oceánica. |
UNAM/DICYT
Las altas concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en el planeta no solamente afectan a la atmósfera y generan el calentamiento global. También producen graves daños en los océanos, cuyas aguas se vuelven ácidas por el exceso de ese contaminante.