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Panamá se une al movimiento global contra las bolsas plásticas

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Panamá bolsasplásticasPanamá se convirtió en el primer país de Centroamérica en prohibir la entrega de bolsas plásticas en los comercios, una medida que ayudará a reducir el volumen de la basura marina que afecta al océano Pacífico y el mar Caribe, el segundo más contaminado por plásticos a nivel mundial.

De acuerdo con sus proponentes, la nueva ley disminuirá en 20% el uso general de plásticos en Panamá, el primer país de América Latina y el Caribe que se unió a la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente.

A nivel global, un billón de bolsas plásticas entra en los océanos cada año y amenaza a alrededor de 600 especies marinas. Panamá, con casi 3.000 kilómetros de costa, tiene una posición estratégica para frenar esa avalancha y proteger a cientos de especies, entre ellas algunas amenazadas, como la tortuga carey o la ballena jorobada.

A partir del 20 de enero de 2018, los comercios de Panamá tienen año y medio para despedirse de las bolsas plásticas de polietileno y podrán ofrecer bolsas reutilizables que deberán ser vendidas a los consumidores.

La ley estipula otras medidas que ayudarán a estimular la economía circular. Por ejemplo, las multas cobradas a los negocios que incumplan la normativa se utilizarán para financiar programas de reciclaje y educación ambiental.

Otros países de la región han apostado por la prohibición de bolsas plásticas. Antigua y Barbuda se despidió de las bolsas desechables en 2016 y Colombia comenzó a aplicar un impuesto a este artículo en julio de 2017.

Colombia es parte de la campaña Mares Limpios, al igual que Chile, donde el Congreso Nacional trabaja en la aprobación de una ley que prohíbe el uso de bolsas plásticas en las comunas costeras y faculta al resto de los municipios del país a hacer lo mismo. El Gobierno de Chile estima que el 30% de las bolsas plásticas usadas en el país terminan en el océano.

Costa Rica es otro promotor de Mares Limpios que trabaja en un plan nacional para erradicar los plásticos de un solo uso, como las bolsas, los sorbetes o las tapas de tazas de café.

El país centroamericano está promoviendo la sustitución de los plásticos descartables -cuya degradación en el medio ambiente puede tomar cientos de años-, por materiales renovables que se pueden descomponer en los océanos en un periodo de tiempo no mayor a 6 meses

Otro líder en la cruzada contra el plástico es la capital de Argentina. Antes de la prohibición de las bolsas, que entró en vigor el 1 de enero de 2017, cada año se entregaban 500 millones de bolsas plásticas en los comercios de Buenos Aires. Con menos de un año de vigencia, la medida contribuyó a disminuir los tapones en los arroyos y desagües locales, según reportó el gobierno metropolitano.

Más de 30 países que tienen cerca de 40% de las costas del mundo son parte de la campaña Mares Limpios. Actualmente trabajan en leyes para disminuir el consumo excesivo de plásticos y toman otras medidas de protección, como establecer reservas marinas o recoger los desechos que asfixian sus playas y arrecifes.

Fuente: ONU Medio Ambiente