ATL

Agua Investigación y agua Tapetes microbianos son una ventana al estudio de la vida primitiva

Tapetes microbianos son una ventana al estudio de la vida primitiva

AddThis Social Bookmark Button

tapetes-microbianosUn grupo de científicos del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la Universidad Autónoma de Baja California estudia las concentraciones de metales traza en sedimentos marinos y tapetes microbianos.

México, D.F.— Científicos utilizan los micro-ecosistemas que yacen en las aguas someras de las lagunas de Guerrero Negro, ubicadas en Baja California Sur, para estudiar cómo fue la vida en el pasado remoto.

Un grupo de científicos del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) estudia las concentraciones y la distribución de metales traza en sedimentos marinos y tapetes microbianos, definidos éstos como diminutos ecosistemas considerados las versiones modernas de aquellos que poblaron por primera vez la superficie terrestre, poco después del origen de la vida hace tres mil 500 millones de años.

Con el conocimiento que han recabado a lo largo de los años, los científicos de la UABC proponen, en un estudio publicado este año en la revista Chemical Geology, que ciertas características geológicas de los actuales tapetes microbianos podrían utilizarse como una nueva herramienta geoquímica para indicar condiciones asociadas con la presencia de los tapetes microbianos en ambientes hipersalinos antiguos.

Los sedimentos marinos y tapetes microbianos se forman por varias capas de microorganismos, principalmente del grupo de las bacterias, en cada una de las cuales habita una especie diferente que realiza funciones específicas. Dentro de cada tapete se crea una amplia gama de ambientes químicos internos. Miden apenas unos cuantos centímetros de espesor y tienen la apariencia de un ate adherido a las rocas o a los sedimentos de los ambientes acuáticos.

Los tapetes microbianos, explicó el investigador Miguel Huerta Díaz, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, están muy extendidos en la naturaleza, pero se desarrollan mejor en ambientes extremos como las aguas hipersalinas, aguas termales, respiraderos hidrotermales en las profundidades del océano y estanques de la Antártida y el hielo marino, donde están a salvo de posibles depredadores u otros organismos más grandes que compitan con ellos por los recursos, como en Guerrero Negro.

Los científicos creen que los tapetes microbianos fueron de los primeros ecosistemas que poblaron la Tierra, pero debido a que no forman estructuras minerales duras que dejen un registro fósil, como lo hacen otro tipo de sociedades microbianas llamadas estromatolitos, es un reto encontrar “huellas” o marcadores que den indicios de cómo funcionaban y en dónde se encontraban en el pasado.

En la laguna Ojo de Liebre, un cuerpo de agua que forma parte del complejo lagunar de Guerrero Negro, Miguel Huerta y sus colegas se han dedicado a comparar las concentraciones de diferentes metales presentes en los tapetes microbianos, de apenas unos cuantos años de antigüedad, con muestras de sedimentos de puntos cercanos a éste.

Según sus resultados, en estos microecosistemas hay una alta acumulación de molibdeno combinada con un grado intermedio de piritización (un proceso de fosilización que ocurre cuando la materia orgánica se descompone en un ambiente carente de oxígeno y produce sulfuros de hierro, un metal dorado) y ligeros empobrecimientos de hierro.

Fuente: Teorema Ambiental