Al reciclar estos materiales, se dejan de utilizar materias primas y se ocupa menos espacios en rellenos sanitarios. Foto: Alberto Delgado / Diario de Xalapa
Diario de Xalapa 8 de diciembre de 2013 Vivian Martínez
Xalapa, Veracruz.-Por cada tonelada de residuos electrónicos acopiada se logra un ahorro de 63 metros cúbicos de agua, y de 4.5 metros cúbicos en espacio en un sitio de disposición final, además de que se previene la generación de 10 toneladas de emisiones de CO2 y 12 toneladas de combustibles fósiles.
En cinco años se ha logrado acopiar 500 toneladas de residuos electrónicos en todo el estado de Veracruz; en los últimos tres años, en Xalapa han sido recolectadas 60 toneladas en los reciclones que organiza la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal (Semarnat), en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente del gobierno estatal (Sedema) y el ayuntamiento. Con la participación de los xalapeños se logró reunir casi 25 toneladas de residuos electrónicos en el reciclón que se efectuó este sábado en la explanada del Teatro del Estado "Ignacio de la Llave".
Ahí, el director general de Control de la Contaminación y Evaluación Ambiental, César Gustavo Priego Salinas, dio a conocer los beneficios que se alcanzan con el reciclaje de residuos electrónicos.
Al reciclar estos materiales, se dejan de utilizar materias primas, se ocupa menos espacios en rellenos sanitarios y se logra confinar algunos residuos peligrosos, como son metales pesados, garantizó.
"La ciudadanía, por medio de instituciones, empresas y en forma personal, saben que los residuos no pueden ser depositados en la basura simplemente, sino que pueden tener un uso específico", indicó.
La coordinadora de los reciclones de la Semarnat, Mónica Domínguez Carranza, explicó que desde que se puso en marcha este programa, en 2009, se han alcanzado a recolectar 500 toneladas en todo el estado de Veracruz, y 60 toneladas en Xalapa solamente en este trienio.
De los residuos electrónicos se hace cargo la empresa Recicla Electrónicos México (REMSA), y, a través de un proceso de reacondicionamiento, los convierte en computadoras listas para donar a escuelas y ONG de todo el país que tengan sistema operativo Windows 7 y/o XP (o su equivalente en Linux, en caso de que así lo soliciten), y tienen una garantía por seis meses.
Este sábado se anunció que REMSA donará, en retribución a la sociedad veracruzana, 13 equipos de cómputo fabricados mediante este procedimiento, que serán canalizados a diferentes escuelas.
Domínguez Carranza informó que la meta de este reciclón consistía en llenar un tráiler de 25 toneladas.
De acuerdo con la información que REMSA maneja en su página de Internet, los desperdicios electrónicos se originan principalmente en Norte América y Europa, pero terminan su camino en Ghana, China, India y Pakistán. Sin embargo, otros países sin regulaciones ambientales, como México, ya comienzan a recibir estos embarques.
Las personas involucradas en el reciclado clandestino no saben cómo reciclar el vidrio de los monitores (que contiene metales pesados) ni tampoco cómo tratar la gama de plásticos que un aparato electrónico contiene. Por esto eligen tirar y quemar miles de toneladas de diferentes materiales, produciendo gases altamente tóxicos que contribuyen al problema del calentamiento global, tales como dioxinas, furanos, policlorados y CO2 entre otros.
El PVC con el que se conforman las bases de las tarjetas electrónicas emite uno de los gases más tóxicos para el ser humano, además de los gases que emiten el plomo, cromo y mercurio contenidos en los componentes que conforman los circuitos.
Los principales productos que genera el mal manejo del desperdicio electrónico son gases policlorados, que provienen de la combustión de plásticos y hules que comúnmente aíslan los cables eléctricos; polibromados, que son compuestos retardantes de la flama, empleados en los plásticos que están expuestos a condiciones de flamabilidad. Estos últimos son cancerígenos y neurotóxicos.
Además, genera fenoles, dioxinas, furanos y CO2, que son gases altamente tóxicos que se generan con la combustión de los plásticos empleados en la mayoría de los componentes electrónicos y que contribuyen al calentamiento global.
Estos componentes reaccionan cuando son expuestos directamente a las inclemencias del clima, pero si son reciclados de manera correcta no representan un riesgo para la salud.
Fuente: OEM
