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Cátedra UNESCO-IMTA Seminario Anual Gobernanza del agua 2012 Planteamiento

Planteamiento

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water_the_blue_webLa "crisis del agua" que la comunidad mundial enfrenta hoy es una crisis de gobernanza. Garantizar el agua para todos, especialmente para las poblaciones más vulnerables, a menudo no es sólo una cuestión de la hidrología y financiamiento, sino también una cuestión de buen gobierno. La gestión de la escasez de agua y la prevención ante los riesgos (inundaciones, desastres naturales, etc.) requiere de instituciones flexibles, que colaboren y que tengan la capacidad de respuesta en todos los niveles.

Debido a sus características intrínsecas, el agua es un problema local y global al mismo tiempo, es un derecho humano y un bien económico, además de que se ve afectada por y genera impactos en los derechos de propiedad y es un factor clave del desarrollo sostenible, que genera múltiples externalidades en otros ámbitos políticos (agricultura, salud, educación, economía y finanzas, de género, reducción de la pobreza, etc.)

Los principales desafíos de la gobernanza del agua incluyen diversos factores como son el alto grado de división territorial e institucional, la falta de capacidad de los actores locales; la legilación insuficiente, la falta de marcos de transparencia y reglamentos integrales, las lagunas de conocimiento, información y comunicación, la gestión financiera irregular y la escasa rendición de cuentas.

Estos desafíos de la gobernanza del agua se agudizan en América. Muchos países latinoamericanos han experimentado reformas importantes de agua en las últimas dos décadas, incluyendo la descentralización de agua (servicios y recursos) las responsabilidades y la privatización de los servicios públicos. Las lecciones aprendidas de estas experiencias muestran la importancia de los marcos institucionales sólidos y coherentes (en especial la regulación) para la gestión del agua eficiente, equitativa y sostenible. Esto tiene que ser puesto en un contexto donde, según estimaciones del PNUD, América Latina no alcanzará los "objetivos agua" de los Objetivos de Desarrollo del Milenio - que consiste en reducir a la mitad la proporción de la población sin acceso a agua potable y saneamiento 2015 - antes de 2022. Para conseguir estos objetivos será necesario fortalecer la "capacidad de absorción" de los actores locales, la construcción de fuertes marcos regulatorios y asegurar el entorno propicio necesario para catalizar los niveles de inversión necesaria.

Las respuestas de política para superar los obstáculos de gobernabilidad del agua son a menudo muy conocidos, el verdadero desafío es "de implementación" en el suelo, adaptándolos a los contextos locales y la participación de todos los interesados para unir fuerzas y compartir los riesgos y las tareas. En ausencia de una única respuesta para mejorar la gobernanza del agua en América Latina, es crucial elaborar localmente las políticas y basados ​​en el lugar la integración de las especificidades territoriales.

Las respuestas en las que la sociedad participa en la gestión del agua implica la cooperación entre las instituciones y el empoderamiento de los grupos sociales. Hay muchos ejemplos de la participación social en la gestión del agua se implementan a nivel local, y hay una gran cantidad de conocimientos que deben ser compartida en otras regiones para llegar a una mejor gestión social del agua y aumentar el conocimiento sobre el papel de la sociedad en su conjunto. La gobernabilidad del agua no sólo es una cuestión institucional, sino que también se basa en acciones de la sociedad civil y la participación de todos los interesados.