ATL

Agua Agua Datos estadísticos Agua, ni ecológica ni económica

Agua, ni ecológica ni económica

E-mail Imprimir
AddThis Social Bookmark Button

agua-ge-11_021 Mayo, 2013 - 22:12 Crédito: Elizabeth Ruiz Jaimes / El Economista Foto EE: Germán Espinosa

Si manejáramos bien nuestros ecosistemas, “nos podríamos ahorrar las represas y las plantas de tratamiento de agua”, afirmó en estas páginas hace unos días el biólogo Hesiquio Benítez, citando el Plan Estratégico de Conservación 2011-2020 de la ONU y a propósito del Día Internacional de la Diversidad Biológica que se celebra hoy. Los ecosistemas regulan la disponibilidad del agua y su calidad, la conservación de los ecosistemas nos ayuda a asegurar el abastecimiento de agua, dijo.

La diversidad biológica es la base de los beneficios de los ecosistemas, es su contribución más importante al bienestar humano.

Sin embargo, actualmente, el manejo del agua en el Valle de México no es eficiente, ni sostenible, ni equitativo, ni, desde luego, ecológico y amenaza el futuro de nuevas generaciones.

LE CUESTA MÁS A 
QUIENES NO LA TIENEN

La disponibilidad actual del agua, de 74 metros cúbicos por habitante al año, nos pone en una situación de escasez de agua extrema, indicó el especialista en Agua y Saneamiento del Banco Mundial (BM), David Michaud.

Durante la presentación del estudio “Agua urbana en el Valle de México: ¿un camino verde para mañana?”, que se realizó en semanas pasadas, Michaud dijo que debido a prácticas ineficientes en materia de agua y saneamiento en el Valle de México, la población asume un costo económico de 28,168 millones de pesos al año, que representa casi el triple del monto pagado por tarifa en esta zona.

Se estima que el costo económico asumido por la población sin servicio es anualmente de 9,200 millones de pesos (28% del costo total); es decir, los que menos tienen más pagan. Además, el mal aprovechamiento de los recursos hídricos y la falta de acceso al abastecimiento ya está costando un punto del Producto Interno Bruto (PIB) de crecimiento a la economía del Valle de México.

La cobertura del servicio de agua es de 91.6%, lo que significa que e 8.4% de la población es la más carente de recursos y paga por agua un valor promedio de 20 pesos por tambo (con capacidad de 200 litros), lo que corresponde a 100 pesos por cada metro cúbico de agua; al mismo tiempo, corresponde a 14 veces más de lo que pagan por metro cúbico los usuarios conectados al servicio o sistema de agua.

El documento informa: “El actual esquema de financiación del sector genera incentivos perversos sobre la utilización del recurso y la prestación del servicio. El usuario no recibe las señales indicadas para racionalizar su uso y el operador no tiene los incentivos apropiados para mejorar su prestación”.

El estudio, que fue elaborado por el BM, la Comisión Nacional del Agua, la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento y el Ministerio de Economía y Hacienda de España, afirma que la economía de la región deja de crecer por carecer de un buen servicio.

Y NI ASÍ SE PAGA

David Michaud informó: “las tarifas que se recaudan apenas cubren 51% de los costos del servicio. Unas buenas prácticas a nivel internacional nos indican que por lo menos deberían cubrir los costos de operación y de mantenimiento, cosa que no pasa en el Valle de México”.

También aseguró que la mayor parte de los costos que está asumiendo la población en el Valle de México son indirectos; es decir, no salen directamente de la tarifa y eso significa que “por cada peso que una persona paga por concepto de tarifa, paga otro peso a través de sus impuestos para financiar los subsidios de la operación y otros tres pesos para los costos indirectos”.

Al final el importe lo acaba pagando la población con los costos indirectos, con el impuesto o con la tarifa, por lo cual no se puede hablar de un nivel de tarifa bajo, porque los costos que faltan para mantenimiento y operación se desplazan a otro lado, pero no se eliminan.

CAMINO VERDE Y AHORRO

Si el Valle de México sigue con las mismas prácticas, en 20 años el déficit de agua será de 25 metros cúbicos por segundo, lo que correspondería a dos sistemas como el Cutzamala (considerando que la población crezca a 30 millones de habitantes).

“Si se adopta una trayectoria de desarrollo verde de uso eficiente del agua y con servicios equitativos, se podría disminuir la demanda, limitar las perdidas y se podría reducir el déficit a solo 11.7 metros cúbicos por segundo, lo equivalente a un Cutzamala”, comentó el especialista del BM.

Los costos de operación serían del orden de 35,279 millones de pesos, de los cuales 67% serían cubiertos por la tarifa, pero el cambio más drástico al tomar un camino verde se vería reflejado en los costos económicos y de eficiencia; es decir, si se cubre a 100% los gastos de operación y mantenimiento con la tarifa, el PIB del Valle crecería 1.02% .

El escenario verde es en el que se asume una gestión eficiente de los servicios de agua y saneamiento y se llega a una cobertura equitativa y completa de servicios.

“El tema de agua es un tema de seguridad nacional, de supervivencia, de salud, educación y desarrollo social, por eso hay que verlo en una perspectiva muy amplia”, aseguró Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Educación del Senado de la República, y dijo que es un tema transversal que liga a la educación, salud, aspectos de reglas elementales de convivencia y de seguridad pública.

Para el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Edgar Borja Rangel, es importante que se etiqueten recursos económicos para que se terminen las obras relacionadas con el tema de agua y “no se reinvente el hilo negro cada que cambian las administraciones”. Por el contrario, dijo, “hay que buscar que el agua sea un tema prioritario, independientemente de los partidos políticos y que se apoyen las iniciativas”.

OTRAS URBES LA USAN MEJOR

Viendo sólo los números, la de México es una de las ciudades latinoamericanas que peor uso del agua hacen.

grfica

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

elizabeth.ruiz@eleconomista.mx

Fuente: El Economista