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El 77% del territorio mexicano está seco debido a la sobreexplotación del agua, la tala clandestina inmoderada y la erosión del suelo, entre otros factores.  México tiene una de las zonas más secas de América del Norte, que es el delta de río Colorado, donde sólo llueve 30 milímetros al año, reveló un estudio de cambio climático realizado por la Universidad Autónoma Chapingo (UACh). 

José David Gómez Díaz, investigador de la institución agrícola más importante de América Latina, expuso que el análisis realizado permitió demostrar que la situación en el país es más grave de lo que indican las autoridades federales, que reconocen un 49% de sequía en México. El estudio elaborado, Zonas Áridas, Semiáridas y Subhúmedas, determinó, por ejemplo, que en Yucatán, buena parte de la península es seca y llueve menos de 500 milímetros anuales; en Chiapas llueve un poco más, un promedio de 800 milímetros; mientras que en Oaxaca, parte del Istmo de Tehuantepec, la zona Mixteca y la Cañada son áreas secas. Lo mismo sucede en zonas de Veracruz, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Querétaro, Zacatecas, Chihuahua, Durango, Sonora, Coahuila y Colima, establece el análisis.  En contraste, en estados como Tabasco, existe el riesgo cada vez mayor de que pueda inundarse por la presentación de eventos extremos como huracanes devastadores.  La costa de Chiapas, señala el diagnóstico, tiene un riesgo muy alto de desbordamiento de sus ríos. 

La temperatura va en aumento
Los pronósticos señalan que para el año 2050 se incrementará la temperatura hasta en 2.1 grados en el país, mientras que para las zonas polares se alcanzarían temperaturas hasta de 6 grados centígrados. El estudio prevé que el aumento de la temperatura traerá consigo la pérdida de bosques que se harán más vulnerables ante ese cambio climático, que provocará además escasez de agua, la presencia de plagas y enfermedades para los habitantes del país.  “Pero lo más grave es que ante esta situación, ni siquiera han tomado conciencia los habitantes y las autoridades federales, estatales y municipales, quienes tampoco han creado políticas, ni programas para mitigar la problemática del cambio climático.  “Qué medidas de mitigación vamos a tomar ante estos nuevos escenarios como la menor recarga a los mantos acuíferos que como consecuencia significa menos agua para el consumo humano; y ante la falta de lluvia, surge una mayor demanda para los cultivos y para las grandes ciudades e industrias”, expresó el investigador. .
El especialista David Gómez manifestó que es necesario, en primer lugar la implementación de programas oficiales para enfrentar los problemas que generen el cambio climático y en segundo lugar, hacer más eficiente el consumo de agua, así como determinar el líquido que se va a destinar para la agricultura, la industria, y lo más importante, a la población.