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Falta de agua es un desastre social: activistas

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MÉXICO, D. F., junio 8 (Notimex)

La sequía que afecta al país no sólo es un evento climático, sino que se traduce en desastres sociales, como el que se vive en Chihuahua, sostuvo la especialista de Greenpeace Aleida Lara Galicia.

La coordinadora de la Campaña Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace-México alertó que la sequía más aguda que ha sufrido el territorio nacional inició en 2011 y, dada su persistencia, sus repercusiones se incrementan.

“Este hecho no se queda en un evento climático, sino que se traduce en desastres sociales, que es justo lo que hoy vemos en el estado de Chihuahua”, subrayó.

En entrevista con Notimex, se refirió en específico al caso de Chihuahua, la entidad más afectada y el que más conoce. “La problemática en este estado inicia con la pérdida de cien mil hectáreas de cultivos y la muerte de ganado, alrededor de 200 mil vacas. Estos fueron los primeros signos”.

La crisis ambiental se convirtió entonces en una crisis social, debido a que el Estado no ha tomado medidas al respecto, cuya problemática no es nueva, “el cambio climático, los extremos del clima que se padecen en el norte del país no es algo que nos haya tomado por sorpresa”.

El Instituto Nacional de Ecología hizo predicciones al respecto; alertó sobre la sequía que se padecería en el centro y norte del país, de manera mucho más aguda que en el resto del territorio y la preocupación de esta institución va mucho más enfocada en el recurso del agua.

De hecho, dijo, hay una prospección para 2025, donde la crisis de sequía está fundamentada en la falta de acuíferos. “Estamos agotando pozos, acuíferos y la problemática principal que enfrentan los agricultores es que no tienen acceso al agua, agudizada por el aumento de temperatura”.

La especialista subrayó que “ha habido un uso ineficiente del recurso en las últimas décadas y ello ha hecho que el recurso se agote. No se ha hecho recarga de los acuíferos, sino únicamente extracción”.

De hecho, organizaciones como El Barzón y el Frente Democrático Campesino han demandado que se trabaje de forma estructural en un sistema de riego eficiente no sólo en el manejo del recurso sino energéticamente hablando.

“Lo que estamos viendo aquí es la problemática de un modelo de agricultura equivocado, al que le sigue apostando el Gobierno mexicano, y que es de agricultura industrial intensivo, de sobreexplotación de los recursos naturales y que caracteriza a la región norte del país”, destacó.

De ahí que, mencionó, “justo por fundamentar esa actividad en un modelo industrial de monocultivo, requiere una gran cantidad de agua, es decir, no todo el recurso que se utiliza para el riego se usa de manera eficiente”.

En Chihuahua, expuso, se perdieron cultivos de maíz y frijol, que representó una severa afectación para los agroindustriales que producen maíz y para los campesinos que producen frijol e incluso para las comunidades de la sierra Tarahumara que fundamentan su autoconsumo en estos cultivos.

“La pérdida va desde la pérdida para autoconsumo hasta ha producción que sirve para comercialización”, subrayó.

Sin mencionar cifras, Lara Galicia señaló que se conoce de personas muertas por deshidratación, cuya problemática se denunció, incluso en la Caravana del Hambre realizada en enero, “y también vinieron a hacer una solicitud para que el Gobierno tomara cartas en el asunto”.

Criticó “el nivel de respuesta” de las autoridades mexicanas. “Tiene que venir una caravana del norte, con campesinos, agroindustriales e indígenas tarahumaras para exigir lo que les corresponde: que alguien se haga cargo de esta problemática”.

En las oficinas de Greenpeace-México, la experta indicó que la respuesta del Gobierno fue que iba a destinar 35 mil millones, sin embargo hasta la fecha las organizaciones no han recibido dichos recursos de manea completa. “Fue un paliativo nada más, como hacer que hago pero no hago”.

Consideró que se necesita una política de mitigación y adaptación de la agricultura. A nivel global, 70 por ciento del agua se usa en la agricultura y si no se hace un uso eficiente, se enfrentarán problemas de este tipo.

La verdadera solución, indicó, está en reconfigurar el presupuesto destinado a restablecer la agricultura industrial, que se realiza en el norte y que encuentra su máximo exponente en los cultivos transgénicos; se necesita una gran cantidad de agua y una agricultura ecológica sostenible a largo plazo.

Una por goteo, por ejemplo, que le aporta al cultivo o a la planta la cantidad necesaria del líquido y permite la recarga de los acuíferos. Esta se encuentra en el sur del país, no obstante, la asignación presupuestal está en la zona norte, puntualizó.

 

Fuente: El diario de Victoria