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México carece de un sistema de monitoreo ambiental en sus costas

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A pesar de que México tiene un poco más de 11 mil kilómetros de costas no cuenta con un sistema para su monitoreo ambiental a nivel nacional o regional, por esta razón carece de un diagnóstico claro sobre cuáles son sus niveles de contaminación costero, sostuvo Gerardo Gold Bouchot, científico del Centro de Investigaciòn y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

Para el investigador adscrito al Departamento de Recursos del Mar del Cinvestav Unidad Mérida, contar con un sistema de monitoreo de las costas permitiría tomar acciones para reducir la contaminación del mar emprendiendo medidas de control en la agricultura, industria y en el tratamiento de aguas, con el fin de reducir las cargas al medio ambiente y evitar la posible afectación a la salud humana.

Sin embargo, México no puede tomar medidas preventivas de manejo ambiental porque no tiene idea de lo que está pasando a una escala suficiente, de ahí que se desaproveche este recurso y se vea imposibilitado  de hacer proyecciones en el tiempo sobre la contaminación de las costas mexicanas.

Para el investigador del Cinvestav en el país los focos rojos serían básicamente la desembocadura y la parte baja del Río Coatzacoalcos, la zona costera de Tabasco y probablemente la parte continental del Golfo de California, en las costas de Sonora y California.

La parte de Coatzacoalcos y Tabasco son zonas de una alta actividad petrolera e industrial, pero los impactos de contaminación no se generan todos por esa  actividad;  hay otros, por ejemplo, en Tabasco es la construcción de infraestructura portuaria, carretera y el dragado de canales, que resulta más barato en una zona pantanosa que construir carreteras.

Otra fuente de contaminación son los metales y no sólo se generan en la actividad industrial, en muchas ocasiones vienen de las ciudades; la agricultura también es una fuente importante pues algunos agroquímicos contienen metales; a nivel mundial se ha producido un proceso en donde las fuentes tradicionales ya no necesariamente son las más importantes.

“Por ejemplo, en las ciudades por metro cuadrado se usan más plaguicidas que en las zonas agrícolas, debido a que estos productos se usan en los parques, en los jardines de las escuelas, en áreas verdes de los hospitales y en los campos de golf, entre otros, entonces las zonas urbanas se han vuelto una fuente importante de plaguicidas; por otro lado, las aguas negras urbanas tienen toda la tabla periódica de los elementos químicos”, aseguró Gerardo Gold.

“En las costas de mexicanas es probable que existan algunas de las llamadas zonas muertas, pero desgraciadamente no ha habido ningún esfuerzo sistemático por buscarlas; hace un par de años un grupo de franceses encontraron una, frente a la desembocadura del Río Grijalva, es la única que se ha confirmado en costas mexicanas y en el Golfo de México en particular, pero se ignora su tamaño exacto, su variabilidad espacial y temporal y la fuente principal de los nutrimentos que la forman”.

El origen usual de las zonas muertas es un sobre enriquecimiento de nutrimentos como nitrógeno y fosforo en el agua, que se generan de la actividad agrícola o ganadera y cuando llegan al mar las plantas crecen en exceso acabando con el oxigeno y dando origen a una zona de bajo contenido de oxígeno o muerta; su causa general se conoce pero en el caso de la descubierta en el Grijalva no se puede saber si es provocada por la agricultura, las aguas negras de las ciudades o si es la ganadería,  por ello es necesario hacer más estudios.

Otro problema asociado al tema, es que México firmó y ratificó el Convenio de Estocolmo, que originalmente prohibía 12 contaminantes y luego creció a 21 sustancias, pero el país carece de capacidad para monitorear 7 de ellas.

Actualmente a nivel mundial los fármacos son un problema porque las personas que toman medicamentos una parte la orinan o la defecan y lo que no se consumen se desechan en el sanitario, por lo cual las medicinas van a parar al medio ambiente; “se están desechando antibióticos, hormonas, antinflamatorios y antidepresivos, entre otras sustancias y esto tiene efectos en el medio ambiente”, señaló Gerardo Gold Bouchot.