Más puras que las de los Alpes o las de las Montañas de Canadá, algunas aguas que toman los regiomontanos pueden presumir de ser las mejores del mundo. Hoy se celebra el Día Mundial del Agua.
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Monterrey • Cuando hablamos de suministro de agua para Monterrey, los regiomontanos inmediatamente ubican su mente en La Boca, El Cuchillo y Cerro Prieto, presas que almacenan grandes cantidades aportadas por las lluvias.
Además de los ya conocidos embalses, tal vez usted ha escuchado de los pozos profundos, estaciones de bombeo, plantas potabilizadoras y las kilométricas redes de tuberías que permiten transportar el agua hasta nuestras propias casas.
Pero los regiomontanos quizá desconocen que al abrir la llave saldrá agua tan o más pura que la que venden carísima por ser embotellada en los Alpes Franceses o en las montañas de Canadá.
Para obtener esa agua de tal calidad, es necesario irla a buscar en el mismo corazón de la montaña en una ruta protegida a piedra y lodo.
Un túnel revestido de cemento y una altura que apenas permite al visitante avanzar de pie, conduce a una galería que fue taladrada a nivel de tierra en una recta de un kilómetro 300 metros en el fondo de la montaña, entre una veta de piedras durísimas en busca del preciado tesoro.
Y ahí está, el agua que tal vez durmió anoche en una nube que descargó sobre las cumbres boscosas, o quizá se mantuvo muchos siglos atrapada hasta que logró escapar por milimétricas grietas a través de las rocas y acumularse, primero en gotas aisladas, después incorporándose en un caudaloso torrente que corre a 40 kilómetros por hora el canal subterráneo.
Sobre la privilegiada comunidad de San Francisco, al pie de la montaña conocida como La Cabeza del Indio, en la Sierra de Santiago, Nuevo León, se encuentra la infraestructura de El Socavón, o las Galerías de San Francisco, una obra de ingeniería que data de hace más de 50 años.
Allí, gran parte de la lluvia que precipita sobre los riscos, se escurre por grietas para quedar depositada en gigantescas cavernas naturales.
Ese túnel horada los depósitos y permite extraer unos 900 litros de agua por segundo, apenas un 15 por ciento del agua que consume en Monterrey, pero puede presumir de dos privilegios: uno, su extremada pureza; y dos, que jamás se ha agotado, explicó Juan Emilio García, coordinador ejecutivo de la dirección general de Agua y Drenaje de Monterrey.
Las normas internacionales obligan añadir cloro al agua para consumo humano, aunque el agua extraída de los mantos subterráneas es de una calidad excepcional que permitiría beberla directamente de sus fuentes de origen sin riesgo alguno, afirmó Pablo Tamez, gerente de calidad del agua de los Servicios de Agua y Drenaje.
El cuidado de nuestros bosques permitirá que sigan atrayendo lluvias que a su vez iniciarán ese fascinante viaje al centro de la tierra, que tal vez un día continúe hasta los grifos de nuestros propios hogares.
Fuente: Milenio
