Tres valientes terminan hoy su reto. Itziar, Jorge y Alberto, podrán darse una larga ducha o, quizás, hasta un gozoso baño de agua caliente. Probablemente no lo hagan. Aunque hayan cumplido el reto de estar tres semanas viviendo con 50 litros de agua al día, la conciencia no perdonaría ese despilfarro. Menos, en este día tan señalado: El Día Mundial del Agua. Un día en el que no tienen qué celebrar 2.600 millones de personas sin saneamiento adecuado y tampoco los 800 millones que no tienen acceso a agua limpia. Estos tres activistas de la ONG Ongawa, han dado ejemplo a la sociedad, ahora falta que alguien les siga.
No será fácil. El consumo medio de una persona por día en nuestro país es casi de 150 litros. Imagínense con la tercera parte. Si les parecen muchos esos 50 litros piensen que unos 10 se van por cada minuto de ducha, una lavadora media consume 60 y un lavavajillas entre 20 y 30. ¿Ya no parecen tantos esos 50 verdad? Sólo imaginen su rutina diaria y piensen de dónde recortar. Respondan a preguntas del tipo: ¿Cómo puedo lavarme el pelo y ducharme en cinco minutos? Y, si lo consigo, como vivo el resto del día con unos pocos litros de agua. Esas cábalas son las que han hecho a diario estas tres personas y el único remedio en el que coinciden es: organización.
Durante 21 días, han administrado su agua manteniendo, obviamente, la vida que llevarían de manera habitual respecto a higiene, limpieza y comida. La higiene, según comentaba Alberto, es la parte más importante cuando se carece de agua puesto que "un gesto tan simple como lavarse las manos podría evitar que dos millones de niños mueran al año a causa de la diarrea". Un gesto que para hacerlo, un 58% de la población del África Subsahariana tiene que recorrer más de media hora a pie mientras que en los países del primer mundo basta con dar un golpe de muñeca y obtener acceso ilimitado.
Tabla consumo de agua
Alberto sí cree que en Occidente no se aprecia el líquido elemento todo lo que debería. El acceso a este bien es un derecho reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas hace menos de dos años, un 28 de julio de 2010. Resulta chocante que se haga tan tarde cuando las sequías hacen estragos desde hace siglos, principalmente en el continente africano. Este año no es una excepción y, en lugares como Chad, la población ya está al límite. Ni siquiera llegan a los 20 litros por individuo y día que el Programa para el desarrollo de la ONU estima necesarios en el uso doméstico y personal.
Alberto, Jorge e Itziar quieren que a través de su pequeño sacrificio personal, la genta tome conciencia de lo que supone tener acceso casi ilimitado al agua. Creen o quieren creer que gestos así pueden mover a la sociedad ya que "tenemos mucho margen de mejora en lo que es consumo de agua y de energía", y añadía "una vida más sostenible es muy beneciosa para todos tanto para el medioambiente como para nosotros". De momento, en ellos algo ya ha cambiado porque admiten que, aunque no se ajustarán a los 50 litros, sí mantendrán algunos hábitos adquiridos para ahorrar agua. De grano en grano se crean montañas o, mejor dicho, de gota en gota se llenan embalses.
Fuente: El Mundo
