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Exporta investigador mexicano lluvia sólida, tecnología menospreciada en México pese a sequía recurrente

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Ernesto Perea y Gabriela Damián

Desde hace una década, el investigador mexicano Sergio Rico Velasco ha desarrollado los silos de agua o lluvia sólida, tecnología que ofrece una solución viable a los problemas de sequía en zonas rurales que recurrentemente afecta al país y que se acentúan con el cambio climático.

El investigador estima que es posible disminuir en 70 u 80 por ciento el consumo de energía eléctrica en riego agrícola a través de este sistema, que logra mantener húmeda la raíz de cosechas mediante agua sólida. Este polvo granulado absorbe hasta 500 veces su peso en agua, no es tóxico y puede durar entre 7 y 10 años.

En México, la lluvia sólida ya fue probada el municipio de Autlán, Jalisco, donde no sólo permitió reducir costos, sino incrementar la producción en maíz de 600 kilos a diez toneladas de maíz por hectárea.

La tecnología puede almacenarse en costales de plástico y trasladarse de zonas donde llueve, como los estados del sureste mexicano, hacia la zona norte, manteniendo incluso la rentabilidad de cultivos agrícolas.

En las últimas semanas, los reflectores de la prensa han estado sobre la inventiva de este ingeniero químico, egresado del Instituto Politécnico Nacional, dada su nominación al premio Mundial del Agua 2012, otorgado por el Instituto del Agua de Estocolmo. La tecnología basada en el uso de un polímero ha llamado la atención de países como Holanda, Rusia o Francia, India y Colombia.

En México, con sus problemas de sequía, sólo representa una opción “interesante”, que incluso ha recibido felicitaciones por parte de secretarios de Estado o en algunos casos funcionarios menores se han encargado de pasar el “reporte técnico” a sus superiores, platica a Imagen Agropecuaria Rico Velasco, quien afirma que la lluvia sólida ha sido válida en campo con resultados concretos.

En Hidalgo, con el uso de silos de agua la producción de maíz aumentó de mil 100 kilos a 3 mil y la producción de frijol por hectárea logró acrecentarse de 450 kilos a 1.8 toneladas. Con esta alternativa “a veces cambian los sistemas de riego, los sistemas de siembra, pero el caso es que se multiplica la producción”, expresó el investigador.

En el ámbito internacional, Colombia ha ensayado en invernadero con rosas y claveles y el incremento de raíces fue de 300 por ciento, mientras que el follaje y las flores se multiplicaron en 100 por ciento, consumiendo sólo 25 por ciento de agua de lo que se emplea con el riego tradicional

En la India se ha empleado en siembra de cacahuate, frijol, maíz, algodón, papaya y palmeras de coco. Los resultados muestran que con el riego tradicional cada palmera requiere de 80 litros de agua; con la lluvia sólida sólo se utilizan 50 litros cada tres meses, permitiendo un ahorro de hasta 95 por ciento en el costo de riego.

Los silos de agua también pueden aplicarse para combatir incendios forestales de forma rápida y sin poner en riesgo a voluntarios o bomberos.

Lento avance

El avance en este proyecto ha sido paulatino, ello se debe en parte a que la mayoría de los campesinos no cuenta con los recursos para invertir en este tipo de tecnologías, mientras las autoridades se limitan a hacer lo que tienen autorizado, situación que impide llevar a cabo nuevos proyectos y técnicas en beneficio al campo, expresa Rico Velasco, quien es director de la empresa Silos de Agua.

Asegura que pese al apoyo que se pueda ofrecer a los campesinos como semillas, fertilizantes o maquinaria, si no se atienden los problemas del agua, los resultados no se verán reflejados en el campo, “cuando sólo se está sujeto a la lluvia y no hay suficiente precipitación fluvial, entonces lo que se dio de semillas, fertilizantes y más apoyos, todo se pierde”.

Los campesinos de alto poder adquisitivo, preocupados por el costo de insumos, son quienes han podido hacer uso de la lluvia sólida precisamente porque cuentan con los recursos para invertir, el resto de los productores del campo mexicano, aquéllos que apenas cuentan con parcelas para su propio sustento, esperan el apoyo del gobierno quien prefiere destinar recursos para los daños por sequía que a prevenirlos.

Con esta tecnología, expresa el investigador que es posible olvidarse de si llueve o no llueve, porque se logra almacenar la lluvia para iniciar los procesos de siembra y cuando llegue el temporal de lluvias, el agua se aprovechará mejor. Sin embargo, en México hace falta toda una cultura del cuidado de la lluvia que permita aprovecharla, aseguró Rico, quien apunta que si se almacenara sólo la mitad de lluvia que cae en la ciudad de México podrían satisfacerse todas las necesidades de agua de los habitantes de esta urbe.

El investigador expresa que la lluvia sólida constituye además una solución a otros problemas sociales como la pobreza, pues sólo resolviendo las dificultades de agua de cada comunidad, se logrará incluso incrementar el nivel de vida de la población, “esta tecnología de lluvia sólida sí llega a resolver el problema del agua, con eso se resuelve la producción, la pobreza, enfermedades, la inmigración, inclusive. Cuando tienen solución al problema de agua, la gente ya no abandona su tierra, se queda a trabajarla”.

Pese a ser una solución viable, el uso de la lluvia sólida aún no se ha generalizado en el país, sin embargo, el investigador confía que el 2012 será un año de despegue para esta iniciativa que comienza a llamar la atención de los medios y algunas autoridades, con la cual se podrá aminorar los estragos de la sequía.

Fuente: imagen agropecuaria