El Usumacinta, La Sierra, Pichucalco y Tulijá sobrepasan sus límites; hay 10 mil afectados
VILLAHERMOSA. Al rebosar los cauces de los ríos Usumacinta, Tulijá, Pichucalco y La Sierra, alrededor de diez mil personas de comunidades rurales ribereñas quedaron anegadas en sus viviendas, además de resultar inundadas miles de hectáreas de potreros y platanares.
Las rancherías afectadas se localizan principalmente en zonas bajas inundables de los municipios de Tenosique, Emiliano Zapata, Balancán, Jonuta, Jalapa, Teapa y Centro, reportó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Ayer por la mañana, los escurrimientos de las lluvias registradas en la zona serrana en los límites del norte de Chiapas y sur Tabasco, elevaron más el nivel del río La Sierra, por lo que las afectaciones por vados de agua se ampliaron a caminos rurales y carreteras intermunicipales de los municipios de Teapa, Jalapa y Centro.
En el río La Sierra se conjuntan las corrientes de otros afluentes que bajan de la zona serrana, como el Puyacatengo, Teapa, Blanquillo, así como arroyos y drenajes que también se rebosaron.
Del total de familias afectadas, sólo en el municipio de Teapa, unas cinco familias se encontraban albergadas en refugios instalados por el Ayuntamiento, el resto permanecía en sus domicilios con el agua dentro, reportó Protección Civil.
Los ríos ubicados por arriba del nivel máximo ordinario y con mayor incrementos en las últimas horas eran el Usumacinta, desbordado 1.25 metros; La Sierra, desbordado 52 centímetros, y el Tulijá, desbordado a más de 87 centímetros. Villahermosa se encuentra a salvo de la inundación de los escurrimientos del río de La Sierra debido a que sus aguas son desviadas por dos canales construidos recientemente antes de llegar a la ciudad, así como por otros dos que se hallan debajo de esta capital.
Villahermosa también se encuentra protegida por altos muros construidos en las márgenes del río Grijalva, que pasa frente a la ciudad, sostuvo el vocero de la Conagua, Gilberto Segovia. Tampoco llega hasta ahí todo el caudal del río Carrizal, pues fue cerrada la entrada de ese cauce.
Con todas esas obras de protección, se asegura que Villahermosa no volverá a sufrir otra inundación histórica como la registrada en el 2007, cuando media ciudad quedó sumergida.
Fuente: El Universal
