La Organización Mundial de la Salud reveló la alarmante cifra de 2 millones de personas que murieron en un año por agua contaminada. El problema tiende a repetirse, por lo que el organismo exige a las autoridades respectivas hacer frente a esta situación.
En este sentido, la OMS pide a los gobiernos fortalecer su gestión en la calidad del agua y evaluar el riesgo desde la captación de este recurso hasta la llegada al consumidor.
"Si nos fijamos en los brotes más recientes de enfermedades transmitidas por el agua, tanto en los países desarrollados como en desarrollo, está claro que la mayoría de estos se podrían haber evitado mediante la implementación activa de los Planes de Seguridad del Agua", dijo Robert Bos, coordinador de la OMS para el Agua, Saneamiento , Higiene y Salud.
Al respecto, la Dra. María Neira, Directora de Salud Pública y Medio Ambiente en el mismo organismo, sugirió que "Los países tienen la oportunidad de hacer progresos sustanciales para la salud pública mediante el establecimiento y aplicación de normas eficaces y apropiadas para el acceso al agua potable".
Cuestiones que procupan
La salubridad del agua, incluidos los procedimientos mínimos, los valores específicos de orientación y cómo se debe utilizar.
Los peligros microbianos, que siguen siendo la principal preocupación de los países desarrollados y en desarrollo.
Los contaminantes químicos en el agua potable, incluyendo la información sobre los productos químicos no considerados previamente, como los pesticidas utilizados para el control de vectores de enfermedades de almacenado de agua potable.
Los productos químicos clave, responsables de los efectos en la salud a gran escala a través de la exposición al agua potable, como el arsénico, flúor y plomo, y sustancias químicas de interés público tales como el nitrato, el selenio, el uranio y la desinfección por productos.
El cambio climático, que se traduce en el cambio de temperatura del agua y los patrones de lluvia, la sequía severa y prolongada o el aumento de las inundaciones, y sus implicaciones para la calidad del agua y la escasez de agua. Al respecto, la OMS reconoce la importancia de la gestión de estos impactos como parte de las estrategias de gestión del agua.
Fuente: La Gran Época
