GUADALAJARA, JALISCO El proyecto del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) para poner en marcha la segunda fase del Acueducto Chapala-Guadalajara para el año 2013, y destinar así una mayor cantidad de líquido para la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), tiene el consentimiento de las autoridades estatales y federales en la materia.
La Comisión Estatal del Agua (CEA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) coincidieron en que la medida es “más que necesaria” para una urbe en crecimiento como Guadalajara. Además, mencionaron que el proyecto de una línea “gemela” de traslado de agua del Lago de Chapala a la ciudad permitiría el descanso del ducto que, desde hace más de 20 años, ha dotado del vital líquido a la ZMG sin que se le preste el mantenimiento adecuado.
Y es que detener el Acueducto Chapala-Guadalajara para prestarle la atención requerida, señalan, demandaría dejar sin abasto a 60% de las personas que residen en esta metrópoli.
En este tenor, el titular de la CEA, César Coll Carabias, destacó que “para darle mantenimiento habría que parar la dotación de la ciudad de Guadalajara y la zona conurbada durante muchos días”.
Aplaudió que el organismo metropolitano tuviera la determinación de añadir un ducto paralelo que eficiente el traslado de agua, pues la medida se anticiparía a un problema grave en las redes hidráulicas. El titular del SIAPA, José Luis Hernández Amaya, ha declarado con antelación que no prestar el tratamiento adecuado a la infraestructura hídrica metropolitana la pondría en riesgo de colapso.
“Yo lo veo desde el punto de vista de anticipar un problema de esta gravedad; construir un acueducto paralelo, de tal forma que se pueda trabajar alternativamente, y por otro lado que (el SIAPA) extraiga todo lo que se le permite en la concesión (concedida por la Conagua)”, subrayó el funcionario estatal.
Para Coll Carabias, ambos acueductos serían “complementarios” y no se opondrían entre sí. Sobre la puesta en marcha de la Presa El Zapotillo y la cancelación de la Presa Arcediano, expresó que la historia ha generado necesidades distintas, por lo que ahora la prioridad no es dejar de extraer agua del Lago de Chapala, sino de los acuíferos.
“En su momento se habló de que la Presa Arcediano reemplazaría el agua de Chapala, y que a Chapala ya no se le sacaría agua (…) Al no ser posible su construcción, tenemos que tener una fuente alterna de bastante capacidad”.
Y agregó: “Lo que sí se va a dejar de extraer es agua de los acuíferos, y eso es muy importante, porque es donde está la mayor reserva en la ciudad (…) Hace 40 años que se extrae agua de los acuíferos; se deben recargar”.
Por su parte, el director general de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, dejó en claro durante una reunión de trabajo en Guadalajara, el pasado 29 de octubre, que esta segunda línea de traslado de agua no generará pérdidas significativas a Chapala, pues es la evaporación y no el agua destinada para uso humano el principal factor de pérdida.
“La subsistencia de la Zona Metropolitana de Guadalajara es posible únicamente con el líquido obtenido de los escurrimientos del Río Verde, aunque explotar este método generaría consecuencias ambientales de grandes dimensiones para el afluente. Entonces, trasladar agua a la ciudad del vaso lacustre no significa una gran pérdida para el cuerpo de agua, ya que ambas medidas se complementan”.
La metrópoli entera demanda anualmente 180 millones de metros cúbicos (mm3); 60% de ellos provienen de Chapala.
En lo que respecta a las presas de El Zapotillo y El Purgatorio (que sustituye al proyecto cancelado de la Presa Arcediano), Luege Tamargo destacó que servirán para darle un “plus” a Guadalajara, pero que la intención no es dejar de extraerle agua al Lago de Chapala
Fuente: Informador
