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La educación y la cultura, ámbitos esenciales de la acción de la UNESCO en Haití

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UNESCO
Brasil ha donado una suma de 400.000 dólares para financiar tres proyectos de la UNESCO que tienen por objeto contribuir a la reconstrucción del sistema de educación haitiano, víctima de gravísimos daños. Gracias a esta donación se financiarán una formación en ayuda psicosocial, destinada a los docentes, y otra formación relativa a la asimilación de las consecuencias de la catástrofe, destinada a los alumnos traumatizados por el terremoto del pasado 12 de enero.


La donación beneficiará a 110.000 alumnos de la enseñanza secundaria y superior, según declaró el Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, después de la entrevista que mantuvo el 1º de febrero con la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en la sede de la Organización. Los docentes y el personal auxiliar de la educación recibirán una formación para aprehender de qué manera los educandos han sido afectados por la catástrofe, saber utilizar métodos de pedagogía centrada en el alumno y de gestión de conductas, y canalizar hacia los servicios médicos especializados a los estudiantes que han sufrido traumas graves.

Bulgaria, Israel y el Consejo Noruego de Refugiados (NRC) han prometido aportar contribuciones importantes y la UNESCO ha hecho un llamamiento público solicitando donaciones.


La UNESCO también contribuirá a la realización de reparaciones urgentes y prestará ayuda a la enseñanza secundaria y superior. Asesorará a las autoridades haitianas para efectuar una evaluación de los daños sufridos por las instalaciones de los centros docentes de esos dos niveles de enseñanza y determinar cuáles son las necesidades más urgentes. También ayudará al Ministerio de Educación a preparar un plan básico para la reanudación rápida de los cursos.


De las 1.500 escuelas inspeccionadas hasta la fecha en las zonas más duramente azotadas por el terremoto, solamente 85 no han tenido que deplorar daños graves.


La ingente empresa que va a suponer la reconstrucción de la ciudad de Puerto Príncipe necesitará una abundante mano de obra especializada. A tal efecto, la UNESCO está preparando programas de formación y de enseñanza técnica y profesional destinados a los jóvenes, a fin de que éstos puedan conseguir empleos y participar en esa empresa.


La UNESCO ha hecho extensiva su ayuda de emergencia a las autoridades de la educación nacional, proporcionándoles equipamientos básicos y locales de trabajo provisionales, a raíz del desmoronamiento del edificio del Ministerio de Educación. La Organización va a impartir formación básica a los funcionarios de ese ministerio sobre planificación y gestión de respuestas de emergencia.


Además de la educación, la UNESCO está centrando su atención en proyectos destinados a salvaguardar la riqueza cultural del país: bienes culturales, objetos de artesanía y elementos del patrimonio inmaterial, así como monumentos, museos, bibliotecas y archivos. La Organización está evaluando los daños infligidos al patrimonio cultural y está impulsando una movilización para prevenir los riesgos de saqueos. A tal efecto, la Directora General ha solicitado el apoyo del conjunto de los organismos de las Naciones Unidas para establecer una prohibición temporal del comercio de obras de arte haitianas. También ha pedido a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) que proteja de modo permanente los sitios culturales y museos más importantes.


Asimismo, la UNESCO está recogiendo información de todas las fuentes posibles acerca de la situación de los diferentes sitios e instituciones culturales de Haití, a fin de ayudar a las autoridades a planificar su salvaguardia o, allí donde sea posible, su rehabilitación. La Organización ha dado ya los primeros pasos para establecer un comité de coordinación internacional, con vistas a movilizar a las instituciones internacionales interesadas por la cultura y evitar toda duplicación estéril de esfuerzos.


La UNESCO ya contribuyó en el pasado a la salvaguardia de los archivos excepcionalmente ricos de George Corvington, el historiador de Haití. También está contribuyendo a las tentativas de rescatar los murales o fragmentos importantes de pinturas que pudieran subsistir de los notables frescos que ornaban la catedral episcopal de la Santa Trinidad, sita en Puerto Príncipe y destruida hoy por el seísmo. La Organización también está trabajando para crear una formación sobre técnicas de construcción antisísmicas, destinada a los profesionales que van a participar en las obras de reconstrucción del país.


El “Parque Histórico Nacional - Ciudadela, Sans Souci y Ramiers”, único sitio cultural de Haití inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1982, no parece haber sido afectado gravemente por el terremoto. Sin embargo, todavía quedan por examinar a fondo las eventuales repercusiones de la catástrofe en este conjunto cultural situado al norte del país, que data de principios del siglo XIX y comprende los vestigios de un palacio real y la mayor fortaleza del hemisferio occidental.


Entre los numerosos monumentos históricos y culturales destruidos por el seísmo cabe mencionar el Palacio Presidencial, la catedral del Puerto Príncipe y toda una serie de iglesias. También ha quedado destruida una gran parte de los edificios de Jacmel, la antigua ciudad colonial francesa fundada a finales del siglo XVII, que las autoridades haitianas habían hecho figurar en una lista indicativa presentada en 2004 con vistas a proponer su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

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