Héctor Vargas El Universal Domingo 29 de noviembre de 2009 Clínica de periodismo
La Secretaría de Seguridad del Distrito Federal creó un concurso de grafiti enfocado al cuidado del agua. Con este tema se intenta hacer conciencia entre la población sobre el ahorro.
Por vez primera se exhibirán 16 pipas de riego del Gobierno del Distrito Federal con grafitis. La ceremonia de inauguración será este domingo en el Monumento a Álvaro Obregón, en el parque La Bombilla.
El primer lugar recibirá 3 mil pesos. Las unidades no se quedarán estáticas, transitarán de forma cotidiana para exponer rostros humanos y siluetas de deidades prehispánicas bajo la técnica de más de 50 jóvenes, artistas urbanos, que dejan la adrenalina en estos vehículos. Cuando Daniel Matías tenía 14 años, se transformó en Nuder e inició la vida de los trazos en las paredes, ahora tiene 24, se especializó en el arte mural como un modo de trabajo. Ha dejado los garabatos y se concentra en crear imágenes que transmitan más allá de un ¡vándalo! “Me interesa dar a conocer que el grafiti es un arte, y no es sólo rayonear las calles y marcar el barrio como territorio. Es indispensable adquirir madurez, ya no es necesario arriesgarse en las noches y ser detenido.” Él dice que inició por cotorreo, por desmadre. “La familia no te apoya, se le debe mentir a dónde vas, pero cuando en uno existe el hartazgo por sólo tachonear y pintar bombas, quieres ser reconocido sin esconderte”.
Una forma de vida
Nuder, es un ejemplo de que el grafiti es rentable en el DF, vende su trabajo a empresas de pintura, crea bocetos de imágenes. Considera que en la ciudad “la única moda debería ser el talento”. Dependiendo de la forma para un mural pueden pagarle desde mil hasta los 10 mil pesos. Los espacios para pintar grafitis de forma legal son más visibles en casas de cultura y en el Estadio Azteca. Procuran asistir los jóvenes para decir a los demás: ¡Hey, tengo algo que decir! En el grafiti destaca la diversidad, hay muchas mujeres, hay quien lo toma como pasatiempo, y el enfoque se divide en ser arte o vandalismo. En el caso de delitos por pintas callejeras, surgió la Unidad Grafiti de la Secretaría de Seguridad del DF, para conciliar y apoyar la expresión de los jóvenes en espacios organizados.
Para realizar esta actividad en la delegación Álvaro Obregón, se destinaron 650 latas de pintura en aerosol, cada una con un costo de 35 pesos, además de 100 válvulas, para dar el grueso en el efecto de las pintas.
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