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Norteños aceleran las aspas

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BC, Tamaulipas y NL. Entran de lleno a la Energía Eólica

MÉXICO, D.F. 19 noviembre 2009.- La energía eólica llegó a México para quedarse y encontró en el norte su terreno más confiable. El primer parque eólico del norte del país será una realidad en pocos días en el estado de Baja California, al cual le seguirán proyectos de este tipo en Tamaulipas y Nuevo León. Y es que después de la región de La Venta, en Oaxaca, estas entidades son los que más potencial eólico presentan, lo que aunado a la inversión de capital privado y la gestión de los gobiernos estatales, hacen de la región fronteriza un territorio fértil para desarrollar este tipo de energía renovable.

 
Así lo señalaron autoridades, empresarios y especialistas que se reunieron en Monterrey para tratar el tema en un Workshop organizado por la Asociación Latinoamericana de Energía Eólica (LAWEA, Latin American Wind Energy Association). Allí se plantearon los retos y desaf íos que presenta el desarrollo de proyectos eólicos en la frontera entre México y Estados Unidos.  El gran invitado de honor fue Baja California, que en menos de un año ha logrado poner en operación comercial el proyecto de La Rumorosa, el primer parque eólico del norte del país.

 
Joaquín Gutiérrez, de la Comisión de Energía de Baja California, explicó que la gestión del gobierno estatal fue clave para finalizar el proyecto de licitación, construcción y operación en poco más de nueve meses, algo inédito en el país. “Nuestra prioridad fue el tiempo y escogimos la mejor oferta entre las empresas que nos podían garantizar la entrega e instalación de los cinco aerogeneradores en menos de cinco meses”, indicó Gutiérrez.
 
La ganadora de la licitación de $26.2 millones de dólares fue la compañía de Mexicali, Turbo Power, que opera con capital estadounidense. De esta manera, la construcción se finalizó en tiempo récord y el parque ya está funcionando en fase de prueba con una capacidad de 10 megavatios. Se calcula que en pleno funcionamiento será capaz de generar un promedio anual de más de 27,000 megavatios por hora.

 
Con este proyecto eólico se beneficia a más de 40,000 familias y supondrá un ahorro anual de 17,000 toneladas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera. La energía también se exportará a Estados Unidos en un futuro cercano.  Pero Tamaulipas no se quiere quedar atrás y está acelerando los pasos para poner en funcionamiento el proyecto de Los Vergeles, el cual inició este año y podría entrar en operación en octubre del 2010.

 
Se trata de un proyecto de $318 millones de dólares que ha recibido el financiamiento de Ecobanca, Fondo McQuire y el Banco de Desarrollo de América del Norte (Nadbank).  Salvador Treviño Garza, director de la Agencia Ambiental para el Desarrollo Sustentable del Gobierno de Tamaulipas, señaló que además del financiamiento, el marco jurídico resultó fundamental para aprobar el desarrollo. “Cada uno de los 43 municipios no sólo podrá ser autogenerador de la energía, sino que los proyectos tienen que significar un ahorro de al menos un 5% en todas las tarifas (alumbrado público, edificios gubernamentales, etc.) y los municipios deben ser socios de la iniciativa privada y dueños de cierta parte de los créditos de carbono”, señaló.
 
La construcción del parque de Los Vergeles, que tendrá una capacidad de 161 megavatios, correrá a cargo del Grupo Soluciones en Energías Renovables (GSEER).  Y aunque Nuevo León ha sido la otra cara de la moneda, debido al retraso que ha sufrido el proyecto de Parque Eólico de Santa Catarina por cuestiones partidistas, los permisos ya están aprobados y se busca un convenio con una nueva empresa, luego de que el grupo GDF Suez Internacional decidiera echarse atrás. Héctor Martínez Viva, de Eólica Santa Catarina, indicó que se trata de un parque con ocho turbinas que se conectará a la red de la CFE para obtener un 15% de descuento en las tarifas eléctricas.

 
Éste es un proyecto de $50 millones de dólares.

 
Los tres proyectos norteños contribuirán a alcanzar las metas del Programa Especial de Cambio Climático 2009-2012 de la Semarnat, que busca reducir las emisiones de carbono en México a los niveles del año 2000 y convertir a la energía eólica en la primera fuente de energía renovable, desplazando a la geotérmica y la hidrológica que lideran la producción actualmente.